Estados para la cuesta de Enero

Después de la sobreingesta navideña, llega el feliz año con sus nuevos propósitos y demás paridas para el oficial nuevo año que comienza y todas esas cosas que se suelen decir.

Resumiendo y aclarando: tranquilo que enero sólo son dos meses.

Esa cuesta arriba no lo es tanto si formas parte del 1% del que hablan los libros, ese 1% que viven holgadamente y sin preocupaciones de dinero, tiempo y espacio. Lo único que les preocupa es que les roben y a algunos ni eso, gracias a la magia de los seguros. En fin, vamos a hacer lo que algunos no han hecho y vamos a pensar en la mayoría, esa pobre y desgraciada clase, que ha de vivir en la constante agonía de no llegar nunca a esa ligereza de vida. Pero que sueña con ella, lógico; y mientras sueñan gastan, porque no les queda otra y porque para algo se trabaja, ambas imprescindibles. La comida y el agua para sobrevivir, la tarta de chocolate para darte un premio, las aspirinas porque sino no hay quién trabaje, el maquillaje para sentir un minuto de modelo.

No es fácil, el 99% de la población mundial se pelea con los números y con las enfermedades en una época decidida a plantar cara. Sólo faltaba que no hubiera rebajas , entonces el que está pasando frío y con los tenis sin suela ya no tendría aspiración ninguna. Somos el rebaño abandonado por la clase dominante a la que seguimos el rastro sin remedio. Podríamos dedicarnos a difundir cultura, al voluntariado, al no lucrativo juego de charlar con ese señor de la esquina del bar que parece cargar un corazón cansado. Como bien dice un amigo y según creo lo ha sacado de una serie de cuyo nombre no quiero acordarme: “Un hombre puede hacer muchas cosas”.

Pero nos rendimos a lo fácil, a la ilusión de ser normal, cuando formamos parte de algo más grande y más fuerte. Nos vendieron siempre fantasía y la fantasía es la que nos queda. Cuando compramos ese perfume nuevo, cuando tenemos esa joya ya en casa en la cajita, cuando por fin conseguimos ese abrigo de ensueño, entonces qué nos queda?: VACÍO.

Para todo aquel que crea que pueda sobrevivir a esto sin ayuda, que se olvide. Para eso, os plantamos, como flores, estas frases, estos sueños de creer que todo pasa, que la vida es así, pero que podemos cambiarla. Podemos, pero de momento deja estar que estoy cansada, dijo España.

En enero recoge productos silvestres en el campo para los postres y si te cabe en el coche y encuentras una vaca perdida adóptala, te asegurarás el suministro de leche. En los meses de crisis planifica tus olvidos: al vecino de la puerta 1 le pides sal, al de la puerta 2 unas patatas, al de la 3 unos huevos y ya puedes cocinar una tortilla.

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A continuación os dejamos con algunas frases y estados propios de este particular mes con el que comienza el año.

Enero caliente, el diablo trae en el vientre.En la cuesta de enero, sin dinero me quedo.

Allí haz a tu hijo heredero, donde anda la niebla en el mes de enero.

Besugo de enero vale un carnero.

El que se esquila en enero, está esquilado el año entero.

En Agosto y en Enero, no tomes el sol sin sombrero.En enero, cada oveja con su cordero.

Enero y febrero desviajadero.

Luna, de enero, y el amor, primero.

De enero a enero, el dinero es del banquero

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