
Otro año llega a su fin, y con él las típicas reflexiones y los clásicos balances anuales. ¿Has cumplido alguno de tus propósitos? ¿Has alcanzado alguno de tus objetivos? ¿Ha mejorado tu vida en alguno de los aspectos que tenías previsto? Si no es así, tranquilo. Te pasa como a la mayoría de la población. En muchos casos el problema viene de que nos ponemos metas inalcanzables, como “que me toque la Lotería”. Hay cosas que no están en nuestra mano que sucedan y, por tanto, no podemos incluir como propósitos. Lo importante es ser realista y ponerse objetivos alcanzables.
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